El antes y después de la que fue mi cocina

¡Amo las transformaciones! No importa si es de espacios, de ropa o de muebles. La transformación es algo realmente fascinante. Ver el antes y el después nos hace recordar que siempre hay posibilidades de cambio y que sí existe la transformación, que hay infinidad de posibilidades, y aún más, algo sin valor aparente lo puede adquirir con dedicación y trabajo. En fin la transformación es real. 

Hace cinco años atrás nos mudamos de Colorado a California, en nuestra búsqueda de un lugar para vivir, encontramos un condominio que en apariencia no inspiraba mucho. De hecho no era atractivo para nada a simple vista. Sin embargo aunque carecía de belleza y estilo, había algo que sí tenia y era potencial. 

Miramos algo más que la apariencia, y decidimos darle la oportunidad de experimentar una transformación. Todo fue renovado desde el piso hasta el techo. Pero hoy quiero contarte de la protagonista de esta historia, la cocina.

Esta es mi cocina, por algunos días más tendré el placer de decir “mi cocina”, ya que la propiedad esta en proceso de venta y muy pronto nos mudaremos.Todavía recuerdo los primeros momentos en este lugar antes de que experimentara la transformación.

Todo empezó con un plan en mente y fue adquiriendo forma poco a poco. Puedo decir que fue un trabajo de equipo realmente y que  todos pusimos un toque, el resultado ¡lo ame!

La transformación

Juli, una de mis hijas  después de escuchar las ideas de como seria la cocina y el plan que muy cuidadosamente Daniel propuso midiendo la practicada de los espacios, se dio a la tarea, casi como un juego de hacer una maqueta en papel (foto). Lo que veíamos como una idea, posteriormente un plan, luego se transformó en días de trabajo y más trabajo, dando el resultado final de convertirse en el lugar favorito de todos. 

Pronto este lugar pasará a otros dueños pero me queda el placer de haberlo trasformado, de haber disfrutado cada instante en el. Así como nosotros compartimos momentos inolvidables, risas, lágrimas, conversaciones profundas, comidas deliciosas, cafecitos, pan casero, mates  y tantas cosas más, espero que los próximos anfitriones puedan disfrutar tanto como nosotros este lugar. 

Concluyo diciendo, que las apariencias, que lo que vemos a simple vista, que lo que a veces se desprecia, que lo que muchas veces no valoramos, debemos intentar darle una oportunidad, y que con trabajo, esfuerzo y dedicación los resultados son increíbles y sin duda inolvidables. No te recuerda las oportunidades de transformación que constantemente Dios nos da, como no compartirlas.